A lo largo de nuestra historia he podido observar grandes movimientos, manifestación de repudio y descontento que incluso llegan a la violencia, pero a decir verdad el movimiento YoSoy132 cambia todo el protocolo de dichas movilizaciones, en este movimiento no hay un líder, no se hacen actos de vandalismo, todos alzan la voz pero se callan para escuchar a otros eso hace la diferencia de otras movilizaciones.
YoSoy132
es una clara muestra que las redes sociales serán factor para estas elecciones
presidenciales, prácticamente toda la información ha corrido por los gigantes
de internet, cosa que es impresionante, tal vez la juventud mexicana se dio
cuenta que apagar la televisión e informarse es lo mejor ,darle un uso correcto
a internet y he aquí los resultados una manifestación estudiantil.
Es
importante resaltar que este movimiento surge por lo ocurrido en su visita del
candidato del PRI Enrique Peña Nieto a la universidad Iberoamericana y se convirtió en un parte aguas en la
campaña del militante priista ya que ese “viernes negro” quedara marcado en la
memoria de los jóvenes mexicanos por a atreverse a reclamarle al ex gobernador
del Estado de México sobre lo ocurrido en el caso Atenco que a grandes rasgos,
utilizo la fuerza pública para detener un movimiento campesino en donde se
violaron Derechos Humanos en dicho acontecimiento y a partir de ahí comenzó la
pesadilla.
Tal vez
de los movimientos de 1968 hasta la fecha no se había registrado la unión de
universidades del sector público y privado y que ahora lo están haciendo, es
algo extraordinario, además de la organización y el liderazgo que hay entre
estos jóvenes, además de no declarase a favor de ningún partido político, así
como la democratización de los medios de comunicación y acabar con el duopolio
que hay en México eso es para mi la esencia del movimiento YoSo132 y ojala no
se pierda porque puede ser la revolución de la información.
Reconforta
que jóvenes tengan capacidad de
respuesta, que se atrevan a enfrentar a los poderosos, que sean críticos, que
no estén vendidos, que sin pertenecer a ningún partido político, sea el
compromiso con la verdad lo que les mueva a reaccionar cuando perciben falsedad
o imposición. La maquinaria del PRI, engolosinada con lo que ya perciben como
un triunfo seguro, pensó que unos cuantos miles de millones bastaban para
adormecer la consciencia social, que la complicidad con el consorcio Televisa y
TV Azteca para inducir el voto a favor de su candidato no podía fallar ante la
promesa de favorecer sus monopolios y proyectos. Compraron a los medios pero no
contaron con la autenticidad de los jóvenes, con este México que despierta en
sus nuevas generaciones para integrar una sociedad reflexiva y crítica,
decidida a ser parte de la vida política del país.