lunes, 4 de junio de 2012

MOVIMIENTO #YO SOY 132



A lo largo de nuestra historia he podido observar grandes movimientos, manifestación de repudio y descontento que incluso llegan a la violencia, pero a decir verdad el movimiento YoSoy132 cambia todo el protocolo de dichas movilizaciones, en este movimiento no hay un líder, no se hacen actos de vandalismo, todos alzan la voz pero se callan para escuchar a otros eso hace la diferencia de otras movilizaciones.
YoSoy132 es una clara muestra que las redes sociales serán factor para estas elecciones presidenciales, prácticamente toda la información ha corrido por los gigantes de internet, cosa que es impresionante, tal vez la juventud mexicana se dio cuenta que apagar la televisión e informarse es lo mejor ,darle un uso correcto a internet y he aquí los resultados una manifestación estudiantil.
Es importante resaltar que este movimiento surge por lo ocurrido en su visita del candidato del PRI Enrique Peña Nieto a la universidad Iberoamericana  y se convirtió en un parte aguas en la campaña del militante priista ya que ese “viernes negro” quedara marcado en la memoria de los jóvenes mexicanos por a atreverse a reclamarle al ex gobernador del Estado de México sobre lo ocurrido en el caso Atenco que a grandes rasgos, utilizo la fuerza pública para detener un movimiento campesino en donde se violaron Derechos Humanos en dicho acontecimiento y a partir de ahí comenzó la pesadilla.
Tal vez de los movimientos de 1968 hasta la fecha no se había registrado la unión de universidades del sector público y privado y que ahora lo están haciendo, es algo extraordinario, además de la organización y el liderazgo que hay entre estos jóvenes, además de no declarase a favor de ningún partido político, así como la democratización de los medios de comunicación y acabar con el duopolio que hay en México eso es para mi la esencia del movimiento YoSo132 y ojala no se pierda porque puede ser la revolución de la información.
Reconforta  que  jóvenes tengan capacidad de respuesta, que se atrevan a enfrentar a los poderosos, que sean críticos, que no estén vendidos, que sin pertenecer a ningún partido político, sea el compromiso con la verdad lo que les mueva a reaccionar cuando perciben falsedad o imposición. La maquinaria del PRI, engolosinada con lo que ya perciben como un triunfo seguro, pensó que unos cuantos miles de millones bastaban para adormecer la consciencia social, que la complicidad con el consorcio Televisa y TV Azteca para inducir el voto a favor de su candidato no podía fallar ante la promesa de favorecer sus monopolios y proyectos. Compraron a los medios pero no contaron con la autenticidad de los jóvenes, con este México que despierta en sus nuevas generaciones para integrar una sociedad reflexiva y crítica, decidida a ser parte de la vida política del país.